En “ruinas”, ruinas arqueológicas
Por María Elena Ferral / Fotos David G. Aburto
Papantla, Ver., 25 de agosto.-A pesar de la gran cantidad de turistas nacionales y extranjeros que visitaron durante la temporada vacacional de verano la zona arqueológica El Tajín, los encargados del lugar nada hicieron por solucionar la falta de agua, de servicios sanitarios y el deficiente servicio de energía eléctrica que dejó el lugar en penumbras la mayor parte del tiempo, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto Hernández, constató lo anterior, pero no resolvió nada.
Un calvario vivieron los turistas que visitaron la ciudad sagrada, ya que los sanitarios permanecieron cerrados durante todo el tiempo, pues el lugar no cuenta con el servicio de agua y a pesar de los millonarios recursos que ingresos que obtienen las autoridades del INAH, por el cobro del acceso al lugar que es de 75 pesos por persona adulta, no se tuvo la capacidad de comprar agua en pipas, optando por cerrarlos, por lo que los visitantes tenían que salir a buscar baños a las fondas aledañas al lugar.
Tan solo durante el periodo vacacional de verano El Tajín recibió un promedio de entre 60 a 70 mil turistas, el servicio de energía eléctrica también falló, varias veces, incluso el mismo día que estuvo en la zona arqueológica el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, el lugar no contaba con luz en las oficinas a
en el Museo de Sitio y en otros espacios del lugar, los mismos custodios encabezados por el delegado Arsenio González Reyes y el subdelegado Gabriel García Xochihua, le expusieron la situación, pero no fueron escuchados.
La condición de abandono de las instalaciones donde funcionan las oficinas administrativas, se percibe a simple vista, las “ruinas” están en ruinas, se le expuso al director general del INAH, Diego Prieto Hernández, quién en todo momento defendió al director de la zona arqueológica Olaf Jaime Riverón, quién contrató personal ajeno al Instituto Nacional de Antropología e Historia, desplazando a los custodios sindicalizados que piden su destitución, así como la del administrador, Roberto Lozano Sosa y la de Temastiani Atenco Sánchez, encargado de la Protección Técnica y legal del sitio.