En un predio que se encuentra un costado de la zona arqueológica El Tajín
Por María Elena Ferral/Fotos David G. Aburto
Papantla, Ver., 29 de agosto.-Luego de las denuncias hechas por custodios de la zona arqueológica El Tajín, sobre los trabajos que se estaban realizando en un predio particular que se ubica en la comunidad San Antonio Ojital, a un costado del centro ceremonial totonaco, la cual forma parte de las mil 200 hectáreas que conforman la poligonal del sitio, que obligaron al director general del INAH, Diego Prieto Hernández, a acudir y constatar de manera personal lo acontecido y presentar una denuncia, este jueves personal de la Fiscalía General de la República, realizó diligencias.
Durante todo el día y prácticamente la tarde de este jueves, agentes de la FGR y de la Gendarmería Nacional, arribaron a la zona arqueológica como parte de la investigación por los daños ocasionados en alrededor de veinte hectáreas de áreas verdes y la destrucción de vestigios arqueológicos, que incluyen dos juegos de pelota, en al menos dos hectáreas, los trabajos que eran vigilados por hombres armados que intimidaban y amenazaban a los lugareños y a los propios custodios de la zona arqueológica, duraron alrededor de cuarenta días.
Arsenio González Reyes y Gabriel García Xochihua, delegado y subdelegado sindical respectivamente de los trabajadores del INAH, que como fieles guardianes resguardan la ciudad sagrada y los alrededores que forman parte de la poligonal de la zona arqueológica El Tajín, denunciaron los hechos ante el delegado sindical del Centro INAH en Veracruz, Daniel Nahmad Molinari, quien a su vez denunció ante la Dirección General del Instituto Nacional de Antropología e Historia, la destrucción del patrimonio cultural en la zona de monumentos.
Ambos líderes sindicales señalaron que “en este daño irreversible que se ocasionó existe responsabilidad y complicidad, entre el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, el delegado del Centro INAH Veracruz, Víctor Hugo Valera Hernández, el director de la zona arqueológica Olaf Jaime Riverón, el administrador Roberto Lozano Sosa, el encargado de la protección técnica y legal del sitio, Temashtiani Atenco Sánchez y del coordinador nacional del Consejo de Arqueología, Pedro Francisco Sánchez Nava, porque desde hace más de mes y medio se les mandaron oficios y no hicieron nada”.
Al contrario manifestaron los líderes sindicales “el director de la zona arqueológica, Olaf Jaime Riverón, contrató personal por su cuenta, relegándonos a los trabajadores del INAH y prácticamente nos impedía ingresar a la zona, con la intención de que no nos percatáramos de la destrucción que se estaba haciendo, este jueves, agentes federales ingresaron al sitio inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, para verificar los daños ocasionados por la maquinaria pesada en un predio resguardado por grupos ligados a la delincuencia.
Cabe señalar que el acceso a la prensa a la ciudad del trueno está restringido por órdenes del director, Olaf Jaime Riverón, incluso al realizar un recorrido en el lugar atendiendo las denuncias de los custodios del INAH, él personalmente ingresó al lugar exigiendo la salida de los medios de comunicación, pues no le convenía que se diera a conocer el daño al patrimonio arqueológico que se estaba cometiendo y que él, junto con el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, el delegado del Centro INAH Veracruz, Víctor Hugo Valera Hernández y otros ya señalados, no solo permitieron, sino que guardaron un sospechoso silencio y lo ocultaron, por lo que deben ser cesados de sus respectivos cargos y fincárseles responsabilidad.
